Fuego, miedo y solidaridad

Más de 1000 hectáreas, sobre todo matorral y pastos, han ardido cerca de Becedas en un incendio intencionado que se declaró el día 18 en el municipio de Los Loros (Ávila) [1].

Foto: Andrea
18 de agosto. Arde la sierra. Los Loros. Casas de la Vega. La gente se amotina en Palacios para ayudar. Uno de los frentes baja por la falda, avanzando hacia Becedas. Cortes en la carretera provincial AV-100. En Becedas se respira miedo.

De origen intencionado, el fuego se originó en Los Loros, anejo de Solana de Ávila, a las 12.45 horas del sábado y en su extinción intervinieron numerosos efectivos aéreos y terrestres de Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha y Madrid, así como la Unidad Militar de Emergencias (UME) de León, con un centenar de efectivos. Fuente: ABC
El viento azuza las llamas, y aunque deja de soplar a últimas horas de la tarde vuelve durante la noche. Las campanas suenan en Medinilla ¿y Gilbuena?, y muchos vecinos salen hacia Palacios para ayudar, también gente de Becedas.

El domingo de madrugada -a eso de las 6 y también avisando a campanadas- se decide evacuar a algunos vecinos de Palacios de Becedas (pedanía de Becedas) al polideportivo de Barco de Ávila. Los hay también que se habían lanzado al monte para hacer frente al fuego, y otros que han ido a buscar su ganado.
El fuego, que se dio por controlado el lunes por la mañana, arrasó un total de 1.038,02 hectáreas. De ellas, el 89 por ciento (925,83 hectáreas) correspondió a matorral, mientras que otras 295,59 hectáreas fueron de superficie arbolada; 112,19 hectáreas, de superficie agrícola y 20,98, de pasto. Fuente: ABC

23 de agosto

El jueves 23 vimos unas imágenes cuanto menos atípicas. A eso de la una y media me avisan que hay una columna de humo elevándose cerca de El Tremedal (pegado a la sierra de Becedas) y poco después aparecieron helicópteros… al poco rato, por suerte, este nuevo conato era historia. El mismo día se presentó también otro fuego cerca de Béjar, algo más aparatoso pero que tampoco fue más allá.

Sobre las 7 de la tarde bandadas de unas veinte cigüeñas hacían su entrada en Becedas. Empezaron a agolparse en la torre de la Iglesia, regalándonos la imagen simpática y bastante awkward del día, que recordaba “Los pájaros” del gran Hitchcock.

Las fiestas y actividades culturales

Un verano más las Fiestas de Santa Teresa han vuelto a traer cuatro noches de música, a pesar de que este año no ha habido contribución de los vecinos ni se ha montado chiringuito (no sé de dónde habrá salido el dinero para todo, solo sé que los bares han sido los más beneficiados de unas fiestas por otro lado bastante apagadas). Tampoco se han hecho nuevas camisetas.

El plano cultural sigue dando coletazos, con una exposición de miscelánea rural en el Ayuntamiento, una nueva edición de concurso de fotografía y de las Jornadas Saharauis (organiza Rimal-Sáhara), los juegos y concursos de los niños, la cena y comida populares, el canto del Ramo… aunque un año más seguimos sin Cintas a caballo, y este año no se ha organizado ninguna ruta de senderismo [2] [3/actualización].

Vaya por delante mi enhorabuena a Jesús Nieto por su libro "Jalones de la Memoria" repleto de fotos antiguas de Becedas. Por su parte, la revista Verde Doncella (editada por la Asociación Cultural) va ya por su edición número 12 y con artículos, entrevistas y composiciones muy interesantes. Gracias desde aquí a Rosa por seguir contando conmigo; este año me han publicado “Necesitamos un campo vivo. El impacto de la globalización sobre el mundo rural”. Os dejo un extracto, después del salto (¡ey, pareado...!).


Necesitamos un campo vivo
El impacto de la globalización sobre el mundo rural
Pablo Izquierdo

Este año hemos alcanzado la asustante cifra de 7.000.000 personas en el planeta. Pasando por Becedas en invierno da la impresión de que falta gente. No es así: simplemente estamos hacinados en las ciudades. Esta es la visión de un recién llegado…

ENTENDIENDO LA DESPOBLACIÓN

El éxodo rural es un problema histórico en España. Los jóvenes salen del campo hacia las ciudades en busca de un trabajo menos duro y mejor pagado, persiguiendo un mayor acceso al consumo y unos mejores servicios públicos.

En 1900, la mitad de la población vivía en municipios de menos de 5.000 habitantes (Becedas contaba con 1483 personas censadas) pero, para 1950, sólo 3 de cada 10 vivían en estas localidades. Realmente, Becedas sorteó bastante bien el bache durante estos años –que sí hicieron mella en otros pueblos– e incluso aumentó su población hasta las 1659 personas en 1950.

Elaboración propia. Fuente al final del post

Sin embargo, fue entre 1950 y 1981 cuando se produjo el auténtico éxodo del campo a la ciudad: En el caso de Becedas, pasó de 1659 a 634 personas –casi tres veces menos–. A partir de ese año la población sigue bajando, pero ya no tanto por la marcha de los jóvenes como por el goteo de fallecimientos de los mayores. En 2011, Becedas cuenta con 270 personas censadas.

Con esto, toda la sociedad española se urbanizó definitivamente, sacando a la población campesina de sus lugares de origen. Y es que quien abandona un pueblo no solo abandona sus hogares, sino también sus tierras, y el derecho de no pagar por comer. Una huida masiva que puso en serio peligro la vida diaria de estos pueblos y de sus habitantes, que en el caso de Becedas han sabido mantenerlo a flote durante todos estos años (...)

PARA EL ECOSISTEMA, ¿BENEFICIOS O PERJUICIOS?

Por un lado, es verdad que la despoblación está dejando espacio para que varias especies recuperen territorios que habían perdido. La reducción del sobrepastoreo ha beneficiado a algunas especies de plantas que tenían una tremenda limitación para regenerarse por la acción del ganado. En cuanto a la fauna, la presión que han dejado de padecer algunas especies ha provocado su regreso a zonas donde habían desaparecido. Entre las más beneficiadas destaca el lobo, que está volviendo a territorios donde antes había sido exterminado.

Sin embargo, la despoblación está llevando al abandono de labores tradicionales: Ya no se pasta el monte y no se recoge leña, con lo que los bosques se han visto invadidos por los matorrales y esto, sumado a las altas temperaturas de los últimos año y a la mala fe de algunos, hace que sean pasto de las llamas verano tras verano.

Lo que parece más importante es que la desaparición de la mano del hombre puede traer pérdida de biodiversidad, ya que los paisajes tienden a hacerse homogéneos (por ejemplo al cerrarse el matorral y perderse las variedades típicas de semillas locales, que antes nuestros agricultores guardaban y seleccionaban con cuidado, las cambiaban con otros y las iban mejorando cosecha tras cosecha).

Podría llenar de tinta el resto de la revista hablando de animales, pero no tendría mayor interés: solo vamos a comentar un ejemplo, que es el mochuelo (Athene noctua).


Este simpático ave de apenas 25 cm de longitud fue sagrado en la antigua Grecia. En nuestra tierra le hemos llamado de todo por su supuesta voracidad, aunque realmente se contenta con insectos, caracoles y sobre todo pequeños roedores, y es por esto que su presencia (igual que la de otras aves, como la lechuza) ayuda a los agricultores, manteniendo a raya a ratones y topillos. La clave es que hace sus nidos entre los huecos que haya en muros de piedra, entre las piedras de aquellas paredes que nuestros padres y abuelos levantaron, y que la concentración parcelaria sustituye por alambradas donde los nidos del mochuelo no tienen cabida. (...)

Bibliografía y fuentes del artículo:

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[1] Tú, que por razones que desconozco quieres leer este apartado sin conocer los pueblos de los que estoy hablando, no te preocupes, también he pensado en ti. Te dejo un pantallazo con un mapa que te puede ser útil ;) [Click para ampliar]

























[2] Yo no podría organizar nada por mí mismo, pero ofrezco desde ya mi colaboración para ayudar a quien se anime a recuperar estas actividades, muy baratas de montar y a la vez de las más interesantes. También he descubierto este verano que en Becedas había tradición de "bailar paloteado". ¿Por qué no un taller para los críos? ¡¡Cuando no hay pelas con más motivo tenemos que potenciar las actividades culturales!!

[3/actualización] Me dicen que la Asociación Cultural SÍ organizó una ruta de senderismo, desde Barco a Béjar pasando por Becedas, y que aun en "petit comité" se lo pasaron muy bien. ¡Corregido queda, gracias!